domingo, 17 de noviembre de 2013

Transhumanismo: una versión contemporánea del vuelo de Ícaro

Tras leer el documento de J.P. Dupuy  “Los fundamentos filosóficos de la nanoética”, se llega a la conclusión de que los argumentos a favor de la nanotecnología (y, por extensión, a favor del tanshumanismo) tienen mucho de pensamiento ingenuo y simplista que identifica  la condición humana con su naturaleza.

Quienes son defensores del transhumanismo abogan por una mejora humana basada en conocimientos científicos y llevada a cabo por herramientas de tecnología avanzada. Pero ciencia y tecnología proporcionan un conocimiento fundamentado, exclusivamente, en listas de características de los cuerpos sometidos a estudio así como de sus interacciones causa-efecto con otros cuerpos. Son inútiles para explorar las interacciones surgidas del choque entre la realidad y el deseo así como otras características de la naturaleza humana, tales como la capacidad para encontrar sentido, la intencionalidad o la compasión, que solo pueden ser abordadas con herramientas propias de las diferentes disciplinas filosóficas (hermenéutica, ontología, fenomenología, entre otras)

Ana Costa

No hay comentarios: