Los últimos avances de las neurociencias parecen confirmar lo que las religiones
siempre han sabido: la unidad físico-psico-espiritual que constituye el ser
humano. Mente
no es lo mismo que cerebro. Se podría decir que el cerebro humano
está dotado para captar una realidad trascendente, en contacto con la cual
mejora sus capacidades.
Los conocimientos científicos permiten desentrañar el “cómo” se produce dicha
capacitación (mediante cambios
en la substancia blanca, mejorando la conectividad de las redes
neuronales, engrosando el espesor de la corteza
cerebral por incremento de la substancia
gris) En estudios a largo plazo se ha demostrado que estas
mejoras permanecen durante toda la vida.
El método científico solo resulta útil para desentrañar el “cómo”, ya que se
fundamenta en probar relaciones causa-efecto. Otras preguntas, formuladas desde
el “quién”, “qué”, “para qué” o “por qué”, únicamente pueden encontrar respuesta
a partir de la reflexión filosófica o de la revelación.
Ana Costa
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