domingo, 16 de junio de 2013

Amor es más que autonomía

La película Amor, de Haneke, desarrolla múltiples aspectos relativos a la última etapa de la vida. No es fácil saber y poder acompañar a personas queridas que, progresivamente, presentan una situación de dependencia más o menos extrema. El ritmo trepidante de las sociedades desarrolladas, y la dificultad para conciliar vida familiar y laboral, hace que quienes sufren su última enfermedad crean ser una carga. La pareja de ancianos que protagoniza la película mantiene entre sí fuertes vínculos afectivos, pero apenas recibe ayuda en lo material, o afecto y comprensión en lo emocional, de los adultos y jóvenes allegados (demasiado ocupados en resolver sus propios problemas o, tal vez, absortos en su proyecto vital en el que no tiene cabida la muerte) No se puede afirmar que hayan recibido el acompañamiento adecuado hasta llegar a una muerte digna
Tras muchos años de experiencia en atención paliativa, la psicóloga Marie Hennezel (1996) afirma que tras la petición de ayuda para morir de algunos enfermos se esconde la incapacidad de familiares y/o profesionales para normalizar, en lo posible, esta última etapa de la existencia asumiendo el con-morir (Siurana y Conill, 2004), dando vida a la muerte. El desarrollo de capacidades ante la muerte es una tarea pendiente.

Ana Costa

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