domingo, 25 de octubre de 2009

Seres humanos en fase de construcción ...




... lo somos desde que se nos engendra hasta el último día de nuestra vida. Siempre se puede aprender algo y mejorar como persona. El cigoto tiene el máximo de vitalidad celular junto con el minimo de complejidad psico-espiritual. Utilizando lenguaje de la física se puede decir que tiene el máximo de energía mecánica (potencial y cinética). Al final de la vida se tiene el mínimo de energía mecánica, pero el máximo de experiencia (¿energía térmica?).

En el apartado “datos científicos sobre el embrión humano” de un reciente documento publicado por un grupo de expertos españoles se afirma que “es muy discutible el acuerdo de denominar embrión humano a realidades que aún no lo son, como el zigoto humano, la mórula o el blastocisto”. ¡Como si la dotación genética del cigoto con forma de pelota, o de la mórula con forma similar a la del fruto silvestre que inspiró el nombre, no fuera exactamente la misma que la del embrión de 3-4 meses con forma humana!
¿Qué observaciones de microscopía electrónica, qué investigaciones de bioquímica celular permiten cuestionar la identidad humana de un cigoto humano
?
Me pregunto si tales expertos compartirán el pensamiento pre-científico del Medioevo sobre
la mandrágora creyendo que, por tener la raíz con forma humana, engendra duendes de pelambrera despeinada. ¿O tal vez pretenden justificar el aborto en las primeras semanas de gestación, alegando que hasta que el embrión no tiene cuerpo y cabeza no se puede considerar embrión humano?

Ana Costa

5 comentarios:

Nuria dijo...

Magnífica explicación y comparación... realmente es una pena que hoy existan "científicos" que se queden en la superficie

Ana dijo...

Bueno, por definición, una explicación científica que se queda en la superficie del conocimiento científico como mínimo es errónea. O quienes la defienden son ellos malos científicos, porque no se han preocupado de actualizarse antes de publicar un informe, o... o quieren inducir a error a otros.

Jesús dijo...

Estimada Ana, creo que eres un poco dura en tus afirmaciones, más cuando lo que estás criticando es una afirmación para nada realizada a la ligera y que no se queda en absoluto en la superficie del conocimiento científico.

Filogenéticamente podemos mantener que hay ser humano cuando hay psique, sin embargo, lo psíquico no anula el componente orgánico. Desde el estudio ontogenético de la sustantividad humana, podemos ver cómo en cada momento de este proceso ciertas notas tienen una dominancia sobre otras, y esta dominancia va variando según el momento procesual de todo el sistema. Así, podemos mantener que lo orgánico es un momento intrínseco y formal de todo lo psíquico, lo mismo que la psique es un momento de lo orgánico, evitando de este modo cualquier tipo de reduccionismo, ya sea de corte psicologista, ya sea materialista.

La postura que tú defiendes es que desde el momento mismo de la concepción existe sistema sustantivo integral. La célula germinal ya cuenta con notas psíquicas y notas físico-químicas. Sin embargo, en este momento tan sólo tienen accionalidad las notas físico-químicas; lo psíquico también se encuentra presente pero como actividad pasiva. Pero esta postura no es la única e incluso es rebatida por autores tan serios como Laín Entralgo o Diego Gracia.

(Continuo en el siguiente comentario)

Jesús dijo...

Laín defiende la «animación retardada», ya que durante los primeros estadios del desarrollo del embrión no parece haber más sustantividad que la de la madre. Aquí nos encontraríamos con un grupo de notas físico-químicas, no psíquicas, y sin más sustantividad que la del sistema al que pertenecen, que no es otro que el de la madre. El proceso morfogenético lo que hará es ir constituyendo un campo, el cual devendrá en una nueva sustantividad, ahora sí, dotada ya de notas físico-químicas y psíquicas, aunque estas últimas se encuentren en una situación de actividad pasiva. Gracia, por su parte, subraya esta postura al afirmar que la suficiencia constitucional se adquiere en un momento del desarrollo embrionario que, según los datos científicos, puede situarse en torno a la octava semana de gestación (o puede que incluso en torno a la catorce o quince). Sólo a partir de ese momento, el feto puede ser considerado como dotado de suficiencia constitucional, esto es como sustantividad. El ser humano, desde su estado embrionario está dotado de ese momento estructural que es la psique, pero esto no significa que ya estemos ante la presencia de un psiquismo ni de una mente, tal cual la hemos expuesto aquí. El psiquismo es la actividad de la psique, la cual en este momento no se da. Lo mismo decimos de la mente, la cual tiene que ver con la actividad cerebral, algo que se alcanzará durante el proceso de gestación, pero que no se encuentra presente desde el principio. La psique, pues, es algo intrínseco a la estructura humana, pero no es algo dado de una vez por todas. La psique es algo que se va constituyendo durante todo el proceso morfogenético. Hay un momento en el proceso germinal en el que nos encontramos ante una sustantividad humana, esto es, ante una única estructura psico-orgánica dotada de suficiencia constitucional, pero éste no tiene por qué coincidir con el primer momento de todo el proceso.

Un saludo
Jesús A. Fernández

Ana dijo...

Gracias por tus aportaciones, Jesús. Pido disculpas si mi expresión ha parecido dura, solo pretendía afirmar con rigor desde el punto de vista científico. Y, desde ese punto de vista, la definición de ser humano que propones (en base a la filogenia) no deja de ser ingenua o precipitada. Tu mismo reconoces, más adelante, que psique hay desde el momento de la fecundación. Como actividad pasiva, dices. Yo mantengo que no es pasiva sino potencial (el cigoto en sus primeros días tiene el máximo de energía potencial y cinética, aunque el mínimo de conciencia -es decir, de energía psico-espiritual- así parece confirmarlo la biología molecular)
Tanto las afirmaciones de Laín o la de Gracia como la mía no dejan de basarse en un a priori dogmático, más o menos ajustado a los avances de la ciencia. Y es a priori porque, como convendrás, hasta ahora no se ha podido crear vida humana sino manipular la ya existente (la fecundación in vitro se realiza a partir de células vivas) Como dice Wittgenstein, la solución del problema de la vida se nota en la desaparición de ese problema y lo inexpresable, ciertamente, existe (Tractatus Logico-Philosophicus, 6.521 y 6.522) Desde postulados filosóficos la actitud más prudente es la de respetar, no malbaratar lo que desborda al entendimiento humano. En el caso que nos ocupa, el cigoto en sus primeras fases, la actitud más prudente sin duda es la de respetar ese proyecto de vida autónomo que quiere desplegarse y que será susceptible de mejora desde el momento de la fecundación hasta el último de los días de ese viaje a Itaca que es la vida.