La inmigración es estresante en la medida en que la ausencia de recursos personales, sociales y materiales de que dispone la persona inmigrante le desencadenan estrés.
No es tanto que los acontecimientos resulten estresantes cuanto que determinadas actitudes con las que algunas personas afrontan los nuevos acontecimientos les desencadenan estrés aculturativo (desde la tensión producida por su falta de identidad cultural). La detección precoz de estrés aculturativo podría ser eficaz a la hora de prevenir el desarrollo de psicopatologías post-inmigración, concluyen Collazos y otros.
Ana Costa
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