... porque el ser humano crece como persona a partir de los encuentros con otros seres humanos.
Sentirse escuchado en preocupaciones y atendido en necesidades no solo físicas sino también emocionales es, por sí mismo, terapéutico para el paciente. Percibir confianza en los pacientes es gratificante, y supone una de las mayores fuentes de motivación, para el profesional.
Ana Costa
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