viernes, 12 de septiembre de 2008

Sobre el aborto

Tras varias décadas de regulación del aborto en la práctica clínica de diferentes países, se empiezan a publicar estudios científicos sobre sus secuelas. Aunque se ha dado algún caso famoso de suicidio, como el que hace un año saltó a la prensa británica y desencadenó un replanteamiento de postura en el Royal College of Psychiatrists, la mayor parte de quienes sufren secuelas permanecen en el anonimato. Rue y colaboradores (Med Sci Monit, 2004) afirman que el estrés post-traumático es muy frecuente entre las mujeres, tanto norteamericanas como rusas, que deciden abortar (artículo accesible en Pub Med). Tal vez sería importante dar a conocer, en prensa de divulgación, los riesgos de esta práctica hoy trivializada hasta equipararla a un método anticonceptivo entre otros. Y, desde luego, parece imprescindible informar a las mujeres al respecto y obtener su consentimiento del mismo modo que se requiere en otras intervenciones de riesgo. ¿Qué opináis?

Ana Costa

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace unos días estallaba un escándalo sobre las declaraciones del secretario de la Conferencia Episcopal Española (CEE) que decía que cualquier político cristiano que votara a favor de la nueva reforma de la ley del aborto que quiere llevar a cabo el gobierno, tendrá que pedir perdón públicamente y recibir la confesión.

Bien, parece de sentido común que un cristiano no apruebe este tipo de reformas que fomentan la muerte deliberada de seres humanos (pues un feto es un ser humano).

El problema no es la ley ni la facilidad de medios. Un grave problema es la cultura imperante en nuestra sociedades, en donde se estimula desde todos lo ámbitos la práctica del sexo, especialmente entre los jóvenes que cada vez se inician de forma más precoz en el sexo. Nuestros jóvenes, tanto los que vive en barrios suburbiales, como los que viven en nuestras confortable urbanizaciones, se hincan en el sexo cada vez más pronto, viviendo ana práctica sexual irresponsable que en ocasiones hace que niñas en lugar de estar jugando como pide su edad se encuentra con que van a ser madres.

Obviamente lo más fácil es abortar, que más da la criatura, como condenar a esa niña a ser madre. Fomentamos una cultura depravada y después buscamos las soluciones fáciles e irresponsables: EL ABORTO.

Me preocupa una sociedad construida en la práctica de la irresponsabilidad y de la muerte, pues el aborto es eso: muerte de un ser humano, privación de la vida de alguien que tiene derecho a vivir y a ser alguien en la vida. Pongamos los medios para que nuestros jóvenes vivan una sexualidad responsable, pues la solución no son los `reservativos o los Centros de planificación familiar, pues “haberlos ahiles ”. Por qué entonces siguen habiendo tantas niñas y adolescentes que tiene que abortar? La respuesta está en que falta cultura human, cultura en al vida , no en la muerte y la irresponsabilidad.
R.S.

Ana dijo...

Cualquier actuación responsable implica asumir las consecuencias de lo qe se hace. La solución no es quitar de enmedio a la nueva vida, solo porque molesta y aprovechando que no tiene voz para defenderse.
¿Nuestros políticos están dispuestos a cambiar la ley para que no vayan a la cárcel todos los que destruyen vidas humanas inocentes de forma más o menos involuntaria o sólo se contempla la excepción en el caso de la mujer embarazada?
¿Por qué no compadecerse del conductor temerario que mata a un inocente, el que mata en estado de embriaguez, el cazador arriesgado e imprudente que "caza" a un ser hmano pero sin mala intención, el estafador que roba y asesina por su necesidad imperiosa de mantener un cierto nivel de vida ...? En muchos de esos casos conocer la historia permite comprender y compadecer al delincuente. Ellos se merecen todo el respeto como seres humanos, pero deben asumir las consecuencias de haber sesgado una vida inocente.

Anónimo dijo...

Efectivamente la responsabilidad implica cargar con las consecuencias y subconsecuencias de nuestras acciones, esto defiende la ética del Discurso expuesta por K.O.Apel.

Por ello considero que antes de que se plantee la posibilidad del aborto sería bueno asumir las consecuencias de nuestra acción, pues un hijo es un bien, pues es un ser humano, con derecho a la vida.

R.S.

Ana dijo...

Desde luego, un pre-embrión (futuro hijo) ya es un ser humano en fase de construcción (como demuestra su dotación genética) Y como ser humano, es digno deprotección en situaciones de fragilidad y de respeto.
No entro en el debate de considerarlo o no un bien. De esa consideración a la de entenderlo como algo (y no como aguien) hay solo un paso.

Anónimo dijo...

En un libro atribuido a Platón, pero cuya autoría ponen en duda recientes investigaciones que los antiguos clasificaron con el título "Epínomis", se dice que la vida del hombre empieza en la gestación.
En efecto, un pre-embrión es ya un ser humano, con derechos, el problema es que las obligaciones las tiene los de afuera, su madre principalmente. De ella depende que el pre-embrión siga su proceso vital hasta el alumbramiento, pero esos sí es un ser humano.
Por ello, si ya los antiguos se dieron cuenta de este echo, por qué algunos modernos no quieren entenderlo.

R.S.

Ana dijo...

¿Por qué? Ahí entra en juego el problema del mal en la existencia, que enlaza con el de la libertad del ser humano...
Por otra parte, algunos antiguos percibieron el quid de la vida humana pero otros despreciaron su valor afirmando que no todas las vidas humanas eran igualmente valiosas (el César o los patricios versus los esclavos) En nuestra época sucede lo mismo, aunque las víctimas son otro grupo de seres humanos (los que tienen voz versus los que no la tienen)¿No te parece?