Vamos a comenzar, en enero del 2009, un ciclo de cine sobre ética e inmigración.
Investigadores norteamericanos llaman la atención sobre la peor salud mental de la segunda generación de inmigrantes mexicanos en Estados Unidos. ¿Mayor desarraigo? ¿Peor comunicación inter-generacional? ¿Influencias de una cultura competitiva e individualista?
La incidencia de enfermedades mentales en la primera generación es menor que la incidencia en ciudadanos norteamericanos. Hay quienes comienzan a referirse a la "paradoja latina". ¿No será que los vínculos afectivos y las redes de apoyo social son un factor protector de la salud mental...?
Ana Costa
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